sábado, 19 de marzo de 2011

La Princesa Sol

Una princesa a la orilla del oceáno, quería amar como los dioses.
Cuando los dioses se besaban, la tierra se iluminaba con unos destellos plateados, otros color del oro; brotaban alrededor del mar y a su vez un hermoso arcoiris se formaba. Eso se sabía, pero nadie lo había visto.
Dispuesta a descubrirlos, la princesa se escondió tras las rocas del lugar prohibido.
Solamente alcanzó a ver una luz que deslumbraba sus ojos cual perlas preciosas, era una luz intensa que se ocultaba tras la orilla del mar azul.
Los dioses al ver a la princesa que los observaba la arrastraron hacia la luz que lentamente se ocultaba. En castigo de su curiosidad, le cubrieron todo el cuerpo con la deslumbrante luminosidad y la bella princesa quedo convertida en un sol, que iluminaba a las dioses cada vez que hacían el amor.
Yibran

viernes, 18 de marzo de 2011

Planetas-Bolas de Billar

El Maestro Edmundo, ilustre académico del Centro Universitario, bajó de una combi en la plaza central de Amecameca; era muy de mañana., Se dirigió al interior del mercado donde pidió un jugo de naranja, "para llevar, por favor". Pero tuvo problemas para pagar debido a que el empleado no tenía cambio. El maestro Edmundo se dirigió al local donde expenden los periódicos, compró dos o tres distintos, fue a recoger su jugo y lo pagó. luego salió con rumbo desconocido. Llevaba además una pequeña libreta de notas y un bolígrafo nuevo. Miró el reloj y vio que eran las...

...7:20 hrs. marcaba el reloj de la presidencia municipal de Tenango del Aire, el pueblo se hallaba conmocionado. Su emblemático cerro había desaparecido durante la noche. La gente corría al lugar donde antes había un hermoso cerro con árboles y pájaros, ahora había un gigantesco hueco en la tierra, semejante al de un cráter dejado por una bomba. Los miembros del taller de narrativa del Estudio Alas para Volar, también miraron aturdidos el desastre. El reloj ya marcaba las 12 en punto. ¿Tendría que ver este extraño suceso con el  hecho de que el maestro Edmundo no llegara a la hora, siendo él tan puntual?

Las autoridades, como siempre, llegaron tarde. Mucha gente hizo especulaciones con respecto al fenómeno. Algunos pensaron que el emblemático cerro se había hundido por efecto de un reblandecimiento de la tierra; otros, más fantasiosos, pensaron en razones mágicas o de hechicería. Pero la verdad la sabía únicamente...
El maestro Edmundo que llegó a eso de las 12:40 hrs., iba pálido y sudoroso. Reunió a los miembros del taller para darles una explicación. Se fueron a su guarida literaria y comenzó a relatar:

El maestro Edmundo había conocido a un extraño personaje que vivía como ermitaño en los bosques de Amecameca. El de dónde venía y quién era, resultaba un misterio. Siempre que se le preguntaba su nombre u origen, evadía las preguntas cambiando de tema. En su cueva había una serie de instrumentos extraños con los que observaba el cielo y hacía cálculos numéricos. Era una especie de astrónomo y mago. Al maestro Edmundo le confió lo siguiente:

Había una raza de enanos azules que se hallaban diseminados en planetas. Esos seres, terriblemente ambiciosos, se dedicaban al tráfico de cerros. Usando tecnologías desconocidas y avanzadas, se robaban los cerros de cualquier planeta para venderlos a precios increíbles a criaturas opulentas que habitaban planetas completamente lisos; Tan lisos eran que semejaban bolas de billar. Y quizo la mala suerte que el cerro emblemático de Tenango cayera en la desgracia de ser uno de sus objetivos. Pronto caerían el cerro de Cocotitlán, el Tenayo y posiblemente el Sacromonte. La técnica para robarse un cerro consistía en:
  1.  Llegar de noche.
  2. Regar con un polvo finísimo las poblaciones cercanas para que los habitantes (humanos y animales) durmieran profundamente.
  3. Cortar el cerro en secciones y colocarlo dentro de su nave de carga.
  4. Transgredir las barreras del tiempo y del espacio para llevar el cerro hasta los "planetas-bolas de billar".
Los miembros del taller de narrativa del Estudio Alas para Volar se quedaron asombrados y tristes, al ver, desde la ventana una parvada de pájaros que se alejaba en busca de un lugar más habitable.



jueves, 17 de marzo de 2011

La leyenda de las Mariposas

Una inquieta adolescente vivìa en la isla de Mariz Than, lugar poblado de bellas mariposas de tenues colores pastel matizados con hilos de oro y plata. La joven quería hacer el amor como los dioses.
Los viejos contaba que cuando los dioses hacían la danza del amor allá en las lejanas montañas se veían truenos, surgían luces multicolores que como abanicos se abrían en lo más alto del ciel, el mar embravecido hacia naufragar a las más potentes naves, y todos los elementos hacían acto de presencia, sin embargo nadie los había visto.
Dispuesta a sorprenderlos, la hermosa joven pidió a su amiga el aguila que la llevara al hogar de los dioses. En su camino cruzaron extensos y hermosos valles, llenos de abedules, robles y árboles del amor. Volaron sobre una enorme cascada de aguas color de rosa, de las surgían estrellas de todos tamaños y un brillante arcoiris. Cuando llegó a las montañas sólo alcanzó a ver una enorme serpiente zigzagueando, que asustada se alejaba emitiendo terribles sonidos que lastimaban los oídos. Esto llamó la atención de los dioses que molestos por su atrevimiento condenaron a la joven a convertirse en una hermosa mariposa que tenía que emigrar buscando el calor tan sólo para conserva su especie.
Alondra


jueves, 24 de febrero de 2011

Mi mano


Corrí la cortina para que entrara la luz, me acerqué a él y lo acaricie lentamente, sentí la suavidad que lo caracterizaba, imagine las aventuras que volvería a disfrutar a su lado, quizá el amor, quizá la ilusión, o tal vez sentiría la maldad; me deleitaba al pensar en las emociones que me haría sentir. No podía resistir un momento más, lo abrí y empecé a leer.

Cuento: Alondra (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de Corel Draw)

martes, 22 de febrero de 2011

Étoile Eternelle

Si, yo estaba presente aquella fría noche cuando la tierra soltó un alarido de pavor, al principio nadie supo a que se debía esto, nadie pudo acercarse a ayudar a la tierra que en ese momento estaba pariendo un corazón, la mayoría sentimos miedo, otros tontos nos llenamos de alegría, a los más viejos de la gran comarca esto los enardeció y se fueron directo a ver a la tierra pariendo con pugidos un pequeño vastago, sucio y con olor fétido, lo vi llorar del dolor, vi moverse los mares y todo en ella pago con más fuerza hasta que finalmente llegó.
Jesús Suárez


Manitas calientes

Meñique
Yo soy el niño de la familia. Pocos me toman en cuenta.
Anular
Yo soy el Señor de los anillos, confieso que soy orgulloso porque me gusta lucir argollas lujosas.
Medio
A mi me dicen en "Tonto", pero mi fuerza es simplemente brutal, a la hora de pelear soy el que va al frente.
Índice
Que tal, soy el raspaplatos, soy el tragón de la familia, mi función es dejar bien limpios los platos.
Pulgar
A mi me toca el trabajo más feo, soy el "Matapiojos" y me dicen "El Exterminador".

Cierto día el hongo atacó a la uña del "Matapiojos", todos los dedos estaban tristes y estaban apenados, hasta el niño de la familia dejó de jugar. Pidieron auxilio a los dedos de la mano derecha que raudos y veloces fueron a ver al Dr. Simi que les dio una pomada antimicotica de efectos inmediatos. Para celebrar se pusieron a jugar "Manitas calientes."
Juanita López

El ojo derecho

Un día sucedió algo extraordinario, mi ojo derecho adquirió la capacidad de mirar los pensamientos de las personas. Esto me provocó un conflicto ya que el ojo izquierdo seguía sus funciones normales: contemplaba los aspectos físicos  mientras el derecho leía en el cerebro lo que ella pensaba, así me enteré de muchos chismes.
Descubrí, por ejemplo, que a Raquel yo le caía gordo y que Dulce me consideraba un viejo payaso. Cristhian y Jesús pensaban que era mamón. De Nancy descubrió que ama a Hamlet y la maestra Lourdes está pensando en su examen profesional. Un día tuve la mala suerte de mirarme en el espejo y pude leer dentro de mi cerebro pensamientos que no había descubierto: que me atemorizaban las lagartijas, que odiaba el olor de la coliflor y que estaba traumado por ser un buen poeta. Decidí hacerme extirpar el ojo derecho.
E.M.

Juicio de un foco a la cristalería

El foco
Los puse a discutir para conocer la verdad, yo que estoy muy arriba los puse a confesar. Descubrí que el amo del biberón no era hijo de quien bebió la champaña, lo mató la mujer del martini que escaparía con quien venía de lejos.

Copa de champaña
Confieso que me he convertido en la mayor asesina de todos, no tuve piedad para diluir en alma aquel par de cápsulas. Quiero presumir que se desvanecieron en la espuma y que aquel que bebió de mi esencia jamás podría descubrirlo. Reí cuando toqué sus labios y moría a carcajadas, comencé a perder mi alma mientras la champaña lo envenenaba.

Biberón
Admito que fui testigo, pero no pude hacer nada, estaba en la boca del pequeño cuando aquella copa asesinaba. Estaba sobre el pecho del infante acomodado como de costumbre, me comenzó a dar pavor, pero no podía regresar a la mochila, la madre de mi amo quería que mi esencia se desvaneciera. Pero mi alma blanca, inocente como el niño tuvo que ser total testigo de lo que había hecho esa copa.

Copa de martini
Confieso que lo supe desde siempre, tan seco el martini como su alma, presentí sus pensamientos y saboreaba su venganza, mi ama lo mataba.
Cristhian Gardher

Ciny Finger

Después de mi cuarto matrimonio me sentí finalmente feliz, pensé así lograría llenar mi vacío. Frente al altar sostuve esa mano blanca y tersa que ahora me acompañaba el resto del tiempo que me quedaba de vida. Esta vez hacían cuatro veces que prometí amor hasta la muerte, juré acompañar en las buenas y en las malas.
El primer anillo que usé fue en este dedo, era de oro; el segundo fue en este, era de plata; el tercero que me coloqué fue aquí, era de bronce; el cuarto fue en este dedo obeso, fue de plástico y de muchos colores; el quinto anillo, pensé colocarlo en este, flaquito y escuálido, pero ya no puedo hacerlo porque estas malditas letras no me dejan que entre bien.
Espero conseguir un borrador, si no mi quinta esposa me va a odiar.
Jesús Suárez

Tus alas son tus manos

Lo primero que pensaste fue "por qué me dibujaste a mi", ¿no es así?. Soy tu mano izquierda, acaso la más sana de tu cuerpo no lo niegues. Mucho tiempo me dejaste en segunda mano, ja, ja, ja, claro y cómo no ha de ser, si en la escuela te decían, "se escribe con la derecha" y observando a los demás verás que la mayoría leda el mayor trabajo a ella.
Pero hoy decidiste dibujarme a mi, bueno fue coincidencia porque la mano derecha estaba sosteniendo la taza de café, y al soltarla yo ya estaba instalada sobre el papel, y automáticamente la derecha me dibujó a mí. Quizá hoy me viste más bonita, me adornaste con un gran anillo rojo con una flor; me gusta como se me ve, aunque a decir verdad me queda algo grande, en fin, ha sido un placer servirte para este ejercicio.
Ahora, después de tu viaje, no olvides regresarme a la hermosa tarea de crear sonidos en tu piano, en tu chelo, en tu flauta. ¡Anda ya ponte a trabajar! porque no me gusta que sólo hagas áreas que tienen que ver con tu razón, casi no me tomas en cuenta, olvidas la parte creativa y sensible, puedes formar parte de todo y yo estoy para apoyarte,música, arte, poesía, narrativa; sigue imaginando que ahora tus alas son tus manos.
Nancy

sábado, 19 de febrero de 2011

La mano

Joaquín amputó su mano porque ya no le gustaba, era para él inservible y hasta cierto punto innecesaria, se la cortó en la guillotina por pecado de grosero, le hizo una señal a la reina ofendiéndola con un solo dedo. Él, bien, ya no tenía mano pero aún así estaba contento. Sin embargo con el tiempo descubriría que su otra mano era importante, con una hacía los quehaceres y con otra quería rascarse.
Así que una vez fue a una tienda y se compró un garfio como el del pirata, estaba feliz con aquel gancho hasta que se hizo una desgracia: le dio comezón en un ojo y el pobre ojo salió volando. Así que regresó a la tienda con la idea de cambiarla y se compró una mano de hierro que en la muñeca apretaba, pero se enojó con el tendero cuando se enteró de su precio y quiso darle un golpe leve y le tiro los dientecitos. Pero como el problema fue su comezón se fue a comprar una manita de plástico.
Chisthian Gardher

martes, 8 de febrero de 2011

El Ministro

Qué maravillosa ocupación tomar el ómnibus, bajarse delante del Ministerio, abrirse paso a golpes de sobres con sellos, dejar atrás al último secretario y entrar, firme, en el gran despacho de espejos, exactamente en el momento en que un ujier vestido de azul entrega al Ministro una carta, y verlo abrir el sobre con una plegadera de origen histórico, meter dos dedos delicados y retirar la pata de la araña, quedarse mirándola, y entonces imitar el zumbido de una mosca y ver cómo el Ministro palidece, quiere tirar la pata pero no puede, está atrapado por la para, y darle la espalda y salir, silbando, anunciando en los pasillos la renuncia del Ministro, y saber que al día siguiente entrarán las tropas enemigas y todo se irá al diablo y será un jueves de un mes impar de un año bisiesto.

Azúcar

Qué maravillosa ocupación entrar en un café y pedir azúcar, otra vez azúcar, tres o cuatro veces azúcar, e ir formando un montón en el centro de la mesa, mientras crece la ira en los mostradores y debajo de los delantales blancos, y exactamente en medio de montón de azúcar escupir suavemente, y seguir el descenso del pequeño glaciar de saliva, oír el ruido de piedras rotas que lo acompaña y que nace en las gargantas contraídas de cinco parroquianos y del patrón, hombre honesto a sus horas.

Ave Caruy

Qué maravilloso ocupación ir andando por el boulevar Arago contando los árboles, y cada cinco castaños detenerse un momento sobre un solo pie y esperar que alguien mire, y entonces soltar un grito seco y breve, girar como una peonza, con los brazos bien abiertos, idéntico al ave cakuy que se duele en los árboles del norte argentino.

Señor Ministro

Qué maravillosa ocupación cortarle la pata a una araña, ponerla en un sobre, escribir Señor Ministro de Relaciones Exteriores, agregar la dirección, bajar a saltos la escalera, despachar la carta en el correo de la esquina.
Ere

Instrucciones para bañar al bebé

El baño del bebito es algo delicado, ya que es muy pequeñito, necesita ciertos cuidados.
  1. Antes de comenzar el baño, prepararemos la ropa que lo pondrá guapo.
  2. Pondremos la bañera y la llenaremos de agua, debe ser con buena temperatura, tibiesita estaría bien para evitar que el pequeñito se queme la pompita.
  3. Acerquemos el jabón que aromatizará el cuerpo del chiquito.
  4. Ya listos estos pasos. Alistemos al bebé. Retiramos la ropa que trae puesta y lo haremos con cuidado, porque su piel es delicada y un mal movimiento podría lastimarlo.
  5. Al tenerlo desnudito, estará listo para entrar al agua.  Lo cargamos con cuidado apoyando su cabeza en nuestro codo y sujetando las pompitas con la mano izquierda, la mano derecha entrará entre las piernitas sujetando su espaldita y lo meteremos poco a poco al agua.
  6. Una vez en el agua retiramos la mano derecha suavemente y comenzaremos a lavar la cabecita, frotaremos su pechito, seguiremos con las manos y piernas y con un trapo humedo limpiaremos la carita.
  7. Voltearemos al bebé y le bañaremos la espalda, finalizaremos el baño lavando las pompitas, lo sacaremos del agua  cubriéndolo con toallas secas que permitirán secarlo y cubrirle el frio mientras lo vestimos. 
  8. Recuerde que el baño del pequeño es algo delicado, pues si lo descuidara un poco podría ser lesionado.

sábado, 5 de febrero de 2011

Olvidar

... olvidar, olvidar todo eso que nos ata, que nos modifica, que nos roba el alma, que nos construye a gusto de otros. 
... olvidar me hace encontrarme a mi mismo, encontrar lo que quiero ser. 
Alondra

Iluminación

En la misma búsqueda de la iluminación cayó en una soberbia de creerse superior al resto pensado que tenía una conciencia superior. 
Se desbordó en un mar de llanto y las venas se fueron obstruyendo por la ira, la gula, el coraje y la furia. 
Nunca se iluminó.
Jesús Sánchez

La Perla

Al olvido de sí mismo se le reveló con facilidad el paradero de tu perla porque siempre estuvo con ella, esa perla era el pasado que Huangti quería perder pero siempre lo acompañaba.
Jesús Suárez

La banca

Imaginando caminé para sentarme en una banca que siempre solía ocupar. Apreté los ojos y al llegar a ella me vi de pie frente a mi con los ojos apretados caminando hacia una banca para sentarme.
Jesús Suárez

Hambre

Me llené de ti para quitarme la sensación de vacío que tenía cuando miraba tu espalda desnuda.
Jesús

El escritor famoso

Un hombre quería ser escritor famoso. Soñaba con ser ampliamente reconocido y ganar muchos premios. Se hizo de una disciplina férrea para escribir: se levantaba temprano y comenzaba a escribir hojas y más hojas con historias y se detenía casi al anochecer. Así pasaron los días y luego los años hasta que el aspirante a escritor famoso se hizo viejo sin lograr la fama que había deseado. Solo en una cabaña meditó un día: toda mi vida he deseado ser alguien, creo que por fin me he encontrado.
Juanita López

Golondrinas y Gorriones



En lo alto de un árbol se encontraban dos golondrinas y gorriones. Las golondrinas pasaban el tiempo admirando el volar de los gorriones. En un momento, una de ellas rompe el silencio y dice:
-Me encantaría volar al lado de los gorrioncillos, lástima que tengo rota una ala y no puedo volar. La otra le responde en tono de burla:
-Mal por ti, ya que yo si puedo volar, emprenderé mi vuelo más alto y los cautivare para juntos volar.
Dicho esto emprendió el vuelo y los gorriones al verla volaron hacia ella y preguntaron:
-¿Por qué has abandonado a aquella golondrina?
Ella responde: Es simple, tiene las alas rotas y no puede volar.
Los gorriones al oírla deciden volar rumbo a la golondrina enferma y ella pregunta:
¿Por qué no vuelan hacia ella que vuela muy alto y tiene plumaje divino?
Ellos responden:
Volaríamos, pero la actitud que toma al abandonarte por tener las alas rotas y no poder volar nos desagrada, preferimos estar cerca de quien no abandona su felicidad y sus sueños sólo por querer volar alto para lucirse entre la multitud y mostrar sus encantos referentes a la vanidad.
Yibran


La búsqueda eficaz


En la búsqueda de una perla, 
confié en las capacidades que tengo,
pero me encerré en el olvido.
Si hubiese confiado en mí habría encontrado no sólo la perla, sino la confianza conmigo mismo.
Yibran

Regresión

Sinohue Banboyle vio pasar cantidades absurdas de peces mientras estaba a orillas del Río Piztán, a cada uno que pasaba él se burlaba y les ofendía, los tachaba de tontos por utilizar aún agua como medio de transporte. pasados cinco minutos el agua del río creció y se llevó entre ellos a Sinohue Banboyle, otra vez era un salmón feliz.

 Jesús Suárez

viernes, 4 de febrero de 2011

Instrucciones para echar a perder un hijo

  1. Levántese temprano sin hacer ruido porque su bebé puede despiertar, recuerde que llegó muy noche de la disco y necesita descansar.
  2. Al salir gire lentamente la perilla de la puerta de su cuarto y baje cuidadosamente la escalera, cualquier ruido podría despertar a su nene.
  3. Para bajr las escaleras, pise suavemente evitando cualquier ruido con sus pisadas.
  4. Mientras le prepara el desayuno, ventile la ropa del consentido para que se le vaya el aroma a cigarro.
  5. Déle suficiente dinero para que exámenes extraordinarios, recuerde que los profes le tienen mala voluntad. Su niño es inteligente, pero algunas veces no le da tiempo de hacer las aburridas tareas que le dejan sus desconsiderados profesores
  6. Límpie su cuarto y aromaticelo, muchas veces su novia llega con él y que pena que vea el reguero.
  7. Cuando vaya al Súper, no olvide comprar las botanas y refrescos, entregar las películas que le rentó ayer y comprar el comic que sale hoy.
  8. Si el nene quiere ve una película con sus amigos, y su imprudente esposo quiere ver el fútbol, concienticelo que no puede le negar nada al bebé porque se puede traumar.
  9. Utilice la palita de la obediencia sólo como un adorno.

sábado, 29 de enero de 2011

Comenzando a vivir

En su cuna esperaba con ansiedad las mañanas cuando aparecía ella, el relato y la fantasía.


Cuento: Lourdes Ibáñez (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de fotografía)

Continuación de un cuento


... y comenzó a escribir unas cuantas líneas, pero al faltar el elixir que lo motivaba, soltó la pluma.
Lourdes Ibáñez

Ironía

Buscó siempre la gloria, dedicando su vida a conseguirla. 
Rodeado de flores, ilustres personajes y la presencia del pueblo, va rumbo a su última morada.
Cuento: Lourdes Ibáñez (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de fotografía)

Mundos paralelos

Me mira indiscreto, y yo no sé si estoy aquí o estoy allá. 

Cuento: E.M.G. (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de fotografía)

Motivación

Un hombre no sabía que escribir, le prestaron una pluma de tinta morada y comenzó...
E. M. G.

Samsom


 Mientras él le admiraba el color rojo de su cabello, ella acariciaba el de él. Cuando despertó, su cabello ya no estaba y el de ella se quedó sin color. 
Nancy

Samsom


Mientras él le admiraba el color rojo de su cabello, ella acariciaba el de él. Cuando despertó, su cabello ya no estaba y el de ella se quedó sin color. 
Nancy

Rocamadur

No había pensado en ponerle nombre, cuando él me vio tocarlo escuchó atento y pensativo, al terminar la pieza no dudo en decírmelo. Él ya no está,  ahora escucho su voz cada vez que el arco atraviesa las cuerdas de mi cello. 
Nancy

viernes, 21 de enero de 2011

La tierra del sol interminable

Había sido una semana complicada, estaban por  finalizar  las vacaciones  y  a  mi ya me apuraba comenzar a trabajar, no tenia idea  que en esos días encontraría una puerta que me adentraría a un mundo que pensaba que existía nada más en mi imaginación y el cual visitaba únicamente estando a solas.
Todo comenzó un martes en la noche, me encontraba en mi habitación dispuesta a dormir, esa noche en particular parecía ser muy oscura y por el tragaluz no se asomaba ni un rayito de luz de luna. Intentaba dormir, pero transcurrido un tiempo en el que sólo rodaba de un lado al otro de la cama, advertí que algo estaba sucediendo; en los rincones de la alcoba, aparecerían zonas resplandecientes, éstas duraban pocos segundos, al prestar atención pude vislumbrar que en ellas había algo parecido a fragmentos de una película, envuelta en una ola de silencio, pude ver que eran escenas de cosas desagradables que me habían sucedió, mirando desde  la oscuridad comencé a sentir  temor, angustia y un vacío que tan sólo comenzó a llenarse de sombras en mi corazón, permanecí en vela, pero al amanecer, la luz del sol arrebato las sombras y el silencio,  fue entonces que sucedió.
De un momento a otro ahora me hallaba en un lugar inmenso, valles fantásticos, montañas que parecían pintadas con óleo de mil colores, lagos con aguas resplandecientes, bosques con arboles parlantes y caminantes, animales quiméricos y aves extravagantes era lo que mis ojos ahora estaban mirando, un cielo inmenso, bañado con los cálidos rayos color de miel del astro rey y además un delicioso aroma a pan dulce.  No se de donde, llegaron montones de niños, cada uno con diversos juguetes, era increíble como era que de repente hacían aparecer dinosaurios, muñecas, aviones, robots, carritos o juegos de té, con tan sólo mencionar que era hora de cambiar de juego.
Permanecí observando por largo rato, hasta que uno de ellos, jalándome del brazo me envolvió en uno de esos divertidos juegos, pronto éramos nosotros los que nos transformábamos en brillantes científicos, poderosos insectos, hadas, valientes guerreros, hasta príncipes y princesas  y lo que se nos viniera en gana.
No supe cuanto tiempo transcurrió, al parecer era la tierra del sol interminable, sin duda había algo especial en ese sitio, pensaba en esto, cuando en un abrir y cerrar de ojos,  cayó la noche, realmente una noche nunca antes vista por mi, con un firmamento repleto de estrellas muy parecidas a las series navideñas, un cielo marino y tres lunas, cada una,  con la característica de cambiar de color continuamente, igual que las estrellas.
Ahora el aroma a pan dulce se había vuelto más intenso, me halle entonces en un enorme salón que al centro tenía una mesa llena de pasteles de todo tipo, muffins de chocolate, de arándanos, de nuez, pay de frutas y de queso, tartas y roscas de reyes, todos con un aroma y un colorido exquisito; los niños con rápidos movimientos tomaron el pastel que mejor les parecía y salieron corriendo del lugar. A la mesa se habían sentado adultos que venían disfrazados de arlequines y bufones, todos ellos con una sonrisa que no se desdibujo ni siquiera cuando comimos los pasteles y bebimos el café.
Este mundo parecía atemporal, no dormía y me pasaba largas horas contemplando el esplendoroso cielo que también estaba lleno de luces de colores que formaban pequeñas flores, parecidas a los fuegos artificiales que estallan en el firmamento.
Tenia ya muchos amigos, pues viajaba constantemente, conociendo gente que por momentos parecían niños traviesos y juguetones, pero cuando me distraía por un momento, tomaban el aspecto de grandes jóvenes intelectuales que en ningún momento perdían la inocencia de su mirada. De las dos formas me contaban relatos grandiosos, cuentos interminables, que cuando menos lo esperaba, me hacían navegar en el mar de sus historias, sentía que escuchaba sus voces muy lejanas, mientras desembarcaba en los espacios más maravillosos, me adentraba en selvas, bosques y habitaciones donde visitaba a sus mascotas mágicas y curiosas.
También en esa orbe existía el peligro, cuando algún adulto olvidaba sonreír, las noches se prolongaban tanto que en ocasiones las sombras se materializaban y causaban destrozos, si esto sucedía y alguna sombra quería arrebatarme hacia la tierra vecina llamada khattam-shud, mis amigos venían volando, unos con alas de águilas, otros de hadas y también de ángeles, pero todas ellas enormes y de gran hermosura, entonces me llevaban a viajar a través de la luz con mis propias alas que ya para ese entonces eran igual de grandes y bellas que las de ellos, y nuevamente entre historias sin fin, descubría nuevos personajes y los lugares más impresionantes.

Cuento: Nancy Munguía (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de fotografía)

jueves, 20 de enero de 2011

Mi tiempo se agota

Salí de mi habitación con el uniforme y los zapatos impecables, cuando escuché esa voz:
Buenas noches, bienvenidos a mis dominios. Callada y sin hacer el menor ruido me senté a la mesa. Terminó la persecusión, ha llegado la hora de la venganza. El conde Bk se acercó arrastrando su amplia capa escarlata que semejaba las alas de un vampiro, detrás de él surgía la esbelta figura de Yesica.

Él se sentó enfrente de mi, con esa mirada dominante, profunda y con cierto grado de ansiedad. Yesica, Yesica, mi fiel Yesica, esta noche la suerte nos favorece, nuestros amigos cayeron inocentemente en la trampa mortal.

Bebí un poco del exquisito liquido, verdoso y dulce hecho especialmente para nosotros. Lo cierto es que nunca conocí un mortal tan peligros, audaz, osado y astuto; es por eso que mi victoria será más esplendorosa, ja, ja ja, ja, ja. Tomé un pequeño bocado de agradable textura, pero de origen desconocido, aún en ese momento de tensión disfrute su sabor, mientras aquellos asesinos diabólicos se acercaban más y más.

Otro traguito para terminar con esto. Siento ya el calor de la sangre que resbalará por mi cuerpo dándome esa vida inmortal, ja, ja ja, ja, ja. De pronto un rumor, unos golpecitos confundidos con el viento hicieron reaccionar al conde Bk. Mira Yesica, una muchedumbre se acerca, gritan enloquecidos y furiosos. Ella se aproximó a mi diciendo: "será mejor que te laves los dientes, porque tu tiempo se agota".

Imbeciles creen tener el valor para enfrentarse a mi, ja, ja ja, ja, ja, durante siglos han vivido ante el terror de mis poderes, que se acerquen, que intenten llegar a mi, no hay poder en la tierra que se imponga a mis deseos. Decidida tomó la palita de la obediencia y con mirada amenazadora se acercó a nosotros, diciendo: "les estoy hablando que ya casi es hora." Acomodamos las mochilas en nuestras espaldas, el joven musculoso sentía que las fuerzas lo abandonaban, cuando los enfurecidos aldeanos entraban al gran salón incendiando los cortinajes. El fuego consumía todo lo que tocaba. Sentía el calor y ese olor, ese penetrante olor que parecía un olor a carne quemándose. Caminamos hacia la salida. De pronto las negras alas de los vampiros empezaron a arder, el conde Bk y Yesica recobraron su forma humana envueltos en el fuego que los devoraba, el gran salón se convertía en una completa hoguera.

A lo lejos se escuchó la campana de la escuela, miré con angustia a mi hermano Rafael, eran las dos de la tarde. Enojada mi madre se acercó descargando un fuerte golpe en mis piernas, "les dije que se les iba a hacer tarde y te dije que le apagaras a la comida." Entonces en la radio se escuchó: Caballero con los hombres, galante con las mujeres, tierno con los niños, implacable con los malvados... 

Un recuerdo para mi hermano Rafael que le gustaba escuchar la radionovela y algunas veces hasta se nos hacía tarde para entrar a la secundaria.

Cuento: Lourdes Ibáñez (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de photoshop)

viernes, 14 de enero de 2011

Marilyon

Tengo un animal curioso, mitad mariposa, mitad león. Tiene hermosas alas azules como el cielo, azules como el mar, cuya orilla está adornada con hermosas figuras semejante a la amatista.
Su esbelto cuerpecillo tiene el color de la tierra recién labrada, preparada para la siembra, es suave, elástico, salpicado de puntitos dorados, sus movimientos forman rayitos de luz. Tiene una cabeza redonda que sobresale de su cuerpo, siempre está buscando, olfateando para todos lados, mueve la cabeza para acá y para allá, entonces aletea tanto como un colibrí y se lanza en picada para atrapar lo que ha llamado su atención.

Cuando escribía un cuento para el Taller de Narrativa, con los rayos del sol entrando por mi ventana, Marilyon me descubrió, me miró con asombro, con curiosidad. La observe intrigada, nunca había visto una mariposa con cuerpo de león, pensé que era imposible, pero ahí estaba, sus negros ojitos parecía que querían entrar en mi cuaderno, entonces volteaba hacia mi y se apenaba.

Yo seguía leyendo, pensando que mi imaginación perdía los límites de la realidad cada vez con más frecuencia, pensaba que las clases de narrativa estaban dejando secuelas. Marilyon seguía ahí insistiendo en entrar. Creí que era un sueño y como tal seguí soñando, abrí la ventana y entró como si fuera su casa. Voló por toda la habitación reconociendo cada cosa que encontraba.

Apurada por cumplir con mi tarea, seguí escribiendo sin darle importancia, cansada fui a dormir, y a la mañana siguiente estaba ahí, instalada en la cajita de madera con tapa de repujado, que me regaló Iván en mi cumpleaños, con las alas recogidas, acurrucada y cubierta con los pétalos de mi flor de nochebuena, su cabecita que es grande para su delicado cuerpo colgaba y al respirar, por su boquita salía acordes musicales que me hicieron pensar en el canto de las sirenas.

Desde entonces, cada vez que me siento a escribir, Marilyon se acerca revoloteando para un lado y otro para que no me de cuenta de sus intenciones. Le gusta robar mis letras, conforme voy escribiendo las atrapa, las envuelve en hojitas de enredadera, les agrega un rayito de sol y se las come con tal voracidad que no me da tiempo de rescatarlas.

Sólo puedo seguir escribiendo cuando la dejo tomar uno o dos párrafos de lo que he escrito, entonces se sienta junto a mi cuaderno, le acarició la cabeza y la pancita, sus alas ni las toco, son tan ligeras, transparentes, que pienso que las maltrataría. También le gusta comer las letras de los exámenes que ya califiqué, cuando tengo que ir a trabajar, le dejo alguno para que coma mientras regreso.  Le he arreglado la ventana con muchas flores para que juega con ellas mientras no estoy.
Cuento: Lourdes Ibáñez (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de photoshop)

jueves, 13 de enero de 2011

Armarizo

Tengo un animal curioso, mitad armadillo, mitad erizo; lo conocí en un paseo por el bosque que está cercano a mi cabaña, él asomaba su diminuta cabeza por detrás de un árbol. Todo él es muy pequeño, además me encanta el color rosa pálido de su piel y acariciarla para mí es un placer, aunque a simple vista parece escamosa y seca, al tocarla, tiene la textura de un algodón de azúcar. Sin embargo debo tener cuidado con su caparazón, no hay que tocarlo cuando está disgustado, porque además de que su tono lila se vuelve marrón, sus púas se afilan y son peligrosas, esto no sucede a menudo, solo cuando se me hace tarde y no llego para nuestro acostumbrado paseo por el bosque.
Cada vez que vamos él se escapa corriendo graciosamente en busca de las plantas más exquisitas, las encuentra en los lugares más recónditos, ahí justamente donde yo no puedo acompañarlo; regresa más contento que de costumbre, entonces descansamos a la sombre de aquel árbol donde lo vi por primera vez, yo le cuento como estoy y él atento pareciera que me entiende, porque si le cuento alguna tristeza, sus púas mágicamente se transforman en plumas de colores pastel, se acerca y me hace cosquillas hasta verme sonreír. Y así como la vez que lo conocí, cuando voy de regreso a casa, él se va detrás de mi.
Nancy Munguía

martes, 11 de enero de 2011

Integrantes del taller

Los comprometidos participantes del taller de narrativa inician sesión con la composición de un texto, cuya temática surge del título de este blog. Tengo un animal curioso..., que se cristaliza entre halcones, gatos, leones, mariposas y otros representantes del zoo mundo surgidos de la imaginación de estos integrantes.
De izquierda a derecha: el Profesor Edmundo, titular del taller; los alumnos, Lourdes, Raquel, Cristhian, Nancy y Dulce. (Jesús tomó la foto).