Corrí la cortina para que entrara la luz, me acerqué a él y lo
acaricie lentamente, sentí la suavidad que lo caracterizaba, imagine las aventuras
que volvería a disfrutar a su lado, quizá el amor, quizá la ilusión, o tal vez sentiría la maldad; me
deleitaba al pensar en las emociones que me haría sentir. No podía resistir un
momento más, lo abrí y empecé a leer.
Cuento: Alondra (Taller de narrativa)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de Corel Draw)
Ilustración: Lourdes Ibáñez (Taller de Corel Draw)
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